Un caballo de aproximadamente tres años de edad, estuvo abandonado en las cercanías del barrio Docente por más de una semana. En ese lapso de tiempo el deterioro de su cuerpo fue muy visible, al punto tal que muchos avizoraban su muerte. El animal, que no tiene una marca identificadora, se había recostado y no se levantaba, lo que es muy malo para un caballo, ya que esta postura le impide un buen funcionamiento de algunos de sus órganos internos, además del entumecimiento de sus patas.
Vecinos buscaron al propietario del animal, pero no encontraron a nadie, hasta que dos jóvenes, Irene y Rocío, quienes desde hace algún tiempo están llevando a cabo la tarea solidaria de velar por los animales más indefensos, decidieron tomar algunas medidas. Ellas solicitaron la colaboración de los Bomberos, quienes lograron poner de nuevo de pie al maltrecho caballo. Luego fue revisado por un médico veterinario, y lo depositaron en el jardín de una familia vecina.
“Lamentablemente no podemos llevarnos el caballo porque tendríamos problemas con el dueño si aparece, pero consideramos que no podíamos dejarlo morir. Vamos a realizar los trámites con un juez de paz para ver si obtenemos la tenencia o algo parecido. Por ahora se queda cerca de donde lo dejaron, esperamos rescatarlo, ya que si lo dejaron una vez, seguro lo van a volver a hacer”, expresaron la jóvenes.
El animal presenta serias lesiones en su lomo, producto de una monta, además de otras llagas que aparecieron por estar tanto tiempo recostado. “Según el veterinario ya no sirve para cabalgar, por eso creo que lo abandonaron, ya que solo representa gastos”, finalizó Irene.
