Vecinos de la calle Gorriti al 600 alertaron a tiempo sobre un intento de homicidio contra Florencia Burgos Sambrano, de 24 años y mamá de una nena de 4. El hecho ocurrió ayer cerca de las 15.30, cuando José Federico Saiquita (30), alias Pinturita, ingresó a la vivienda de la joven para maltratarla, como ya lo había hecho en otras ocasiones. Al advertir la presencia policial el despechado sujeto intentó asesinar a su exnovia con un cuchillo tipo Tramontina. Efectivos de la comisaría Lola Mora y de la seccional quinta pudieron llegar a tiempo y reducir al individuo, quien intentó agredir a los uniformados.
Hace un año que Florencia Burgos conoció a Pinturita. Fue justo cuando éste había quedado en libertad tras haber permanecido más de una década entre rejas. Saiquita, además de sus once años en prisión por robo cuenta con un prontuario importante. Pese a esto, hasta ayer seguía gozando de la libertad. En el tiempo que la víctima conoció a José Saiquita le pasó de todo. "El tipo está obsesionado, me dijo que voy a ser de él y de nadie más. Me dijo que si lo detienen va a ser después de matarme. Me hizo amenazas de todo tipo y varias veces me obligó a hacer cosas que no quería", comentó consternada la joven a El Tribuno.
Lo sucedido ayer fue uno de los sistemáticos hechos de violencia que Saiquita viene cometiendo desde hace un año. Hace seis meses que Florencia decidió terminar la relación, y desde ese tiempo viene sufriendo acoso permanente. Lo denunció en reiteradas oportunidades y por esta causa se le prohibió acercarse a la mujer. Según la joven, Saiquita nunca cumplió, al contrario, burló en más de una oportunidad la restricción dispuesta por la Justicia.
Obstinado, buscaba controlar de cerca a su expareja y ayer la fue a buscar y casi termina matándola. "Primero, en la esquina cerca de donde alquilo (Gorriti 624), me golpeó y me tiró al suelo", contó. Dijo que le sacó un diente de un puñetazo y se apoderó del celular. Minutos más tarde, no conforme con lo que había hecho, ingresó a la morada de la víctima y siguió con los ataques.
Los policías llegaron al lugar tras la llamada de los vecinos cuando escucharon a Florencia gritar: "Me quiere matar". Los uniformados ingresaron a la casa y vieron que el hombre estrangulaba con un brazo a la joven y con el otro le asentaba un cuchillo en el cuello. "Lo que hicimos fue tratar de tranquilizar al sujeto, y cuando se descuido pudimos reducirlo", relató uno de los policías. Fue un momento de extrema tensión que padeció la mujer, hecho que anhela no vuelva a suceder por el bien de ella y su familia. "Lo único que deseo es que este tipo no salga más de la cárcel. Tengo mucho temor por lo que puede hacer si lo dejan en libertad", expresó Florencia, presa del miedo.
"Si no llegaban, me mataba"
"Nunca pensé que este tipo se convertiría en una pesadilla en mi vida", expresó triste y aterrorizada Florencia Burgos Sambrano. "Cuando lo conocí me vendió una forma de ser de otra persona, pero a los pocos meses se le empezó a caer la careta. Se dedicó a robar y a maltratarme. Está enfermo, no puede dejar de drogarse", contó la mujer.
En varias oportunidades de la charla con El Tribuno la joven resaltó el oportuno llamado de sus vecinos y el rápido accionar de los policías de Lola Mora y de la comisaría quinta. "Si no llegaban, seguro que me mataba", aseguró.
El calvario que durante casi un año viene soportando la víctima también se trasladó a su familia, ya que Pinturita "le tenía odio a mi hermana Débora, a quien la acusaba de ser una prostituta y decía que la iba a matar", contó. Dijo que hace seis meses, también intentó asesinarla cuando ella decidió cortar la relación. "En una discusión que tuvimos me quiso agarrar y se metió mi cuñado. En el medio del forcejeo tiró un puntazo con un destornillador y me lo clavó en un brazo", relató. Y agregó: "En otra oportunidad fue a buscar a mi hermana, sacó una pistola y desde una ventana la amenazaba con que la iba a matar. En ese momento mi hija y mi sobrino se metieron bajo de una mesa. Los chicos quedaron traumados".
A pesar de cumplir con una pena de once años, Saiquita no cambió nada y siguió haciendo de las suyas, afirmó. Florencia y su familia ruegan para que la Justicia "no siga permitiendo que este tipo de sujetos anden sueltos por la vida". Según la mujer, días pasados José Saiquita robó una moto, hecho que también fue denunciado por ella, como en otras oportunidades. Vive en Junín 1087, en Villa Luján, y quedó detenido disposición de la Fiscalía de Graves Atentados contra las Personas.
La pregunta es ¿hasta cuándo?
A pesar de contar con una planilla de delitos amplia, José Saiquita disfrutó hasta ayer de la libertad después de estar once años en prisión. El intento de femicidio contra su expareja debería ser la gota que colme un vaso cargado de injusticias.
Ni Florencia ni su familia entienden por qué esta persona podía seguir delinquiendo después de todo lo que hizo. "Queremos que de una buena vez lo metan preso y no salga más. No se qué están esperando que pase", expresó indignada la mujer. Saiquita fue detenido en varias ocasiones, tiene un frondoso prontuario y, sin embargo, los fiscales en más de una oportunidad decidieron que siga en libertad. Muchas veces, estas son las decisiones de la Justicia que no se pueden entender. Esta vez, con lo que sucedió ayer en Gorriti al 600, la Justicia debería tomar los recaudos suficientes para que esta persona no vuelva a burlar las leyes. El ejemplo más patético es que seguía agrediendo a la mujer, a pesar de la restricción que se le impuso de no acercarse a ella.