La violencia de género no cesa. Ayer en horas de la tarde una mujer fue asesinada delante de su hermana por su pareja, quien le disparó a quemarropa con un arma de fuego, cegado supuestamente por los celos.
El violento suceso conmovió la paz de El Bordo y la noticia sobre el crimen de Norma Ledesma (38) tomó estado público casi de inmediato.
La víctima era conocida en el pequeño pueblo agricultor del Valle de Siancas, ya que hace poco más de un año el único hijo de la pareja fue asesinado por una patota en la terminal de General Gemes, hecho por el cual aún no hay detenidos, a pesar de haberse hallado evidencias suficientes como para procesar al menos a dos personas, plenamente identificadas.
El violento femicidio ocurrió ayer a las 14.30, en el barrio San Cayetano, en la casa 18, en circunstancias que Norma Ledesma estaba siendo visitada por su hermana menor.
Se disponían a tomar mate, según dijo la testigo, cuando desde el dormitorio apareció Ramón Avila (44), quien portaba un arma de puño en la mano derecha.
“Ramón se dirigió directamente hacia ella y atinó a decirle, "te lo advertí Norma, te lo advertí' y le descerrajó un disparo en el pecho, casi a quemarropa”, dijo la hermana.
“Luego me miró, me apuntó el arma a la cabeza, bajó el brazo, puso el revólver en su cintura, me sonrió y se marchó hacia la casa de su padre, que queda a pocos metros, de la casa 18”, le dijo la mujer a nuestro corresponsal.
La mujer malherida se desplomó en la cocina de la casa. Mientras su pareja huía, su hermana llamó a la Policía y ésta solicitó una ambulancia para la emergencia.
Cuando llegó la asistencia desde el hospital Joaquín Castellanos de General Gemes, la mujer aún se hallaba con vida y pese a los esfuerzos del médico Luis García, la víctima dejó de existir antes que pudiera ser compensada.
En minutos varios patrulleros llegaron al lugar y tomaron testimonio a la testigo presencial del brutal femicidio, quien alertó a la Policía que Ramón Avila se había dirigido hacia la casa de su padre y que se encontraba armado.
La Brigada de Investigaciones de General Gemes tomó cartas en el asunto y en minutos localizaron al criminal, quien se hallaba tomando un vino, a escasos metros del lugar donde había baleado a su compañera.
Tras dialogar con familiares de Avila, personal de la Brigada de Investigaciones procedió a detener al homicida, quien no ofreció resistencia, pero dio a entender que se trató de un arranque de celos enfermizos.
Norma Avila había dado una nota meses atrás a El Tribuno, patrocinada por el abogado Gustavo Vanni, reclamando justicia por la muerte de su único hijo, asesinado en la playa de la terminal de ómnibus de General Gemes, por una patota integrada por varios individuos, uno de los cuales le fracturó el cráneo y el rostro con una piedra.
“He venido sola porque mi pareja y padre del chico no está bien, tiene muchos problemas psíquicos”, se excusó aquella vez por la ausencia de su marido, quien ayer finalmente le quitó la vida.
