Los ladrones actuaron con rapidez. Rompieron las cerraduras de dos puertas de una casa para alzarse con el botín.
La Policía busca intensamente a los ladrones que el viernes al anochecer robaron 200.000 pesos tras violentar la casa de una encargada de la distribución en la zona de productos de una reconocida empresa de cosméticos. Ocurrió entre las 19.10 y las 19.30 en la vivienda de Marcela Agüero, ubicada en la manzana A, Casa 4 del barrio San Pantaleón, en la zona norte de la ciudad de Metán. La mujer, junto a su familia, trabaja con la empresa Gigot desde hace 15 años. Los malvivientes esperaron que no hubiera nadie en la propiedad, para romper con una barreta o un elemento similar la cerradura de la puerta principal e ingresar a la morada. Luego destrozaron la cerradura de la puerta que da al comedor, que también se encontraba bajo llave. El dinero se encontraba en dos bolsas, en el comedor.
Los ladrones actuaron con rapidez. Aparentemente contaban con la información sobre la existencia del dinero. Violentaron las puertas y fueron directamente en busca del botín. No sustrajeron nada más, solamente el efectivo. Ni siquiera se interesaron en la computadora portátil y otros elementos de valor que hay en la propiedad. El accionar de los delincuentes fue descubierto por el padre de la mujer, René Agero, que llegó a los pocos minutos, y observó las puertas rotas y hasta en un momento pensó que los malvivientes estaban en el interior.
Un descampado que existe frente a la vivienda habría facilitado el escape de los ladrones, quienes son intensamente por la Policía, luego que la familia alertara sobre lo sucedido. “Estoy muy angustiada por este robo que nos causa mucho dolor y un perjuicio enorme a toda mi familia. Desde hace quince años trabajamos con a empresa Gigot y jamás tuvimos un problema. El dinero estaba en dos bolsas y el lunes iba a ser depositado, como siempre”, expresó la mujer.
Lo que llama la atención es la audacia de los ladrones, quienes actuaron al anochecer en un barrio en el que todavía hay mucho movimiento a esa hora. Ningún vecino vio nada extraño.
Ocurrió en el lapso de minutos. La familia Agüero comentó que el robo se produjo en un lapso de 10 a 15 minutos, aprovechando que en el inmueble no había nadie. Fue descubierto por el padre de la mujer, René Agüero, cuando observó las puertas rotas y hasta en un momento pensó que los malvivientes estaban en el interior, por que tomó los recaudos del caso. Los investigadores creen que los delincuentes realizaron una tarea de inteligencia para dar el golpe y que se movieron con rapidez.
Fuente: El Tribuno
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