El aumento de la canasta alimentaria no se detiene y en 6 meses acumuló una suba de 7%.
Cada vez es mayor la cantidad de dinero que una familia tipo (padres y dos hijos) necesita mensualmente para subsistir. Y las compras en almacenes y supermercados impiden que los incrementos pasen inadvertidos, ya que son difíciles de ignorar. En solo un mes, entre febrero y marzo, el costo de la Canasta Básica Alimentaria (solo incluye alimentos) subió un 2,30%, es decir pasó de costar $1.658,63 a valer $1.696,82.
El aumento se percibe en mayor medida si es que se toma la Canasta Básica Total, que incluye no solo alimentos sino además servicios, transporte, vestido y educación pública. Esta subió casi un 3% en solo un mes, ya que pasó de $3.765,09 a $3.868,75.
Si se toma el período septiembre 2012-marzo 2013, el aumento registrado por Isepci alcanza a todos los rubros. La familia que en septiembre pasado gastaba en promedio $600 en productos de almacén, en marzo gastó $711,55 por la misma cantidad; en verduras (considerando el mismo período) pagó $26 más en marzo, mientras que en carne $36 más ($630,75-$696,02).
Los datos que sorprenden son los referidos a la variación acumulada desde que arrancó este año hasta marzo. La canasta de alimentos registró un acumulado de 7,59% y la canasta total un 9,51%. Es decir que comer con $6 es casi una utopía.
Gustavo Farquharson, representante de Isepci en Salta, explicó que “no existen políticas públicas para evitar los aumentos de precios. Para el Gobierno la inflación no existe, es un invento y es un tema del que no se puede hablar, pero los precios reflejan esa falencia que no pueden sostener”.
La preocupación por el incrementos de los precios reside en que el margen de personas que pueden cubrir la canasta alimentaria se achica a medida que los aumentos mes por mes comen el bolsillo de los consumidores, al punto de que la línea entre cubrir la canasta alimentaria y no cubrirla no es cada vez más delgada, es decir no hay una brecha considerable entre ser pobre y no serlo.
Una canasta anacrónica
La actual Canasta Básica de Alimentos y la Canasta Básica Total que el Indec toma para relevar los incrementos en la calidad de vida de los consumidores es anacrónica. Data de fines de los años ‘80 y los pedidos para que esa lista de 50 productos sea modificada y actualizada con los parámetros de consumo actuales, llevan varios años. Incluso se apunta a que dado el paso del tiempo, los valores nutricionales y los gramajes deben ser actualizados para llegar a mediciones reales.
“Nuestro relevamiento toma los mismos datos que el Indec, no modificamos los parámetros de la canasta, pero igual sabemos que necesita modificación para que sea verdadera”, sostuvo Farquharson.
Acuerdo de precios
Si bien el acuerdo de precios que el Gobierno nacional lanzó desde febrero y que aún sigue vigente solo alcanza a los supermercados, los incrementos reflejan que no se cumple a rajatabla. Ya hubo varias quejas contra cadenas de supermercados que no respetan el acuerdo.
La insistencia en la necesidad de que se generen políticas que ataquen de raíz la inflación apuntan a evitar principalmente un crecimiento mayor de la pobreza. Solo en la capital salteña, según Isepci, hay 200.000 personas que se encuentran en la línea de pobreza.
Los valores inflacionarios que difunde Indec han provocado que el organismo público, que por décadas fue reconocido en el mundo entero, hoy goce de una falta de credibilidad en las mediciones que realiza en materia de pobreza e inflación.
“Me quiero ir”
Con la famosa frase “me quiero ir”, el ministro de Economía de la Nación, Hernán Lorenzino, protagonizó un papelón internacional cuando sintió incomodidad y hasta temor ante una pregunta tan sencilla como su respuesta.
Una periodista griega que realizaba un documental para la televisión de su país, preguntó a Lorenzino cuál era el índice de inflación argentino. Titubeando y con los nervios que le cortaban el habla, escatimó a decir que “las estadísticas oficiales registran mes tras mes la inflación, y esa es la única inflación posible. La acumulada en 2012 fue del 10%”. Y a continuación dijo “me quiero ir”, y con las cámaras “apagadas” expresó la incomodidad que significa hablar de estadísticas en Argentina. De esa manera, el propio ministro de Economía del país reflejó la imposibilidad de cuestionar los índices y de plantear el tema.
A contramano de la inflación acumulada para el 2012 que Lorenzino maneja, las estadísticas relevadas por consultoras privadas reflejan un acumulado que supera el 25% de inflación. Incluso, ninguna medición mejor que la expresión de los consumidores que son quienes pueden observar a diario el aumento en productos y servicios. Los principales perjudicados.
Cierto es que cientos de datos y variables pueden contrarrestar las declaraciones del ministro, y hasta él mismo demostró dudar.
Súper card
Se estima que en pocas semanas entrará en vigencia la tarjeta Súper card que ideó Guillermo Moreno. Con este plástico las compras con tarjeta en el supermercado no tendrán un interés superior al 3%, en clara competencia con los tarjetas de los bancos que tienen altas tasas de interés.