Se cumplieron las bodas de plata del tradicional festival artístico, que corona un día de plegarias al santo del trabajo. Estiman más de 10.000 personas presentes.
Multitudinario. Por miles, los devotos del santo del pan y del trabajo revivieron anoche el tradicional fogón cerca del templete donde, horas antes, estuvieron para elevar rezos, súplicas, promesas, agradecimientos.
Y en Salta, todos los años, esos ruegos dejan lugar, al final de la jornada para el entretenimiento de la familia en pleno. Otra vez este año, como hace 25, Pascar y un nutrido y generoso grupo de amigos, organizaron el Fogón de los Trabajadores, que tiene como padrinos a Los Nocheros. Pascar es un devoto de San Cayetano desde niño. El hombre no imagina su vida sin esta reunión, motorizada por la fe y el arte popular. Por eso la música se adueña de todo al final del día y el pueblo devoto también se divierte.
Como siempre, reconocidos exponentes del folclore se sumaron a la propuesta. El jujeño Tomás Lipán corrió el telón del festival. Siguieron Canto 4, Son Ellas, Sergio Galleguillo, el tanguero Luis Alberto Durán, y se esperaba el broche de oro con Los Nocheros y el Chaqueño Palavecino, para esta festividad que los salteños viven y sienten entrañablemente.
Y en Salta, todos los años, esos ruegos dejan lugar, al final de la jornada para el entretenimiento de la familia en pleno. Otra vez este año, como hace 25, Pascar y un nutrido y generoso grupo de amigos, organizaron el Fogón de los Trabajadores, que tiene como padrinos a Los Nocheros. Pascar es un devoto de San Cayetano desde niño. El hombre no imagina su vida sin esta reunión, motorizada por la fe y el arte popular. Por eso la música se adueña de todo al final del día y el pueblo devoto también se divierte.
Como siempre, reconocidos exponentes del folclore se sumaron a la propuesta. El jujeño Tomás Lipán corrió el telón del festival. Siguieron Canto 4, Son Ellas, Sergio Galleguillo, el tanguero Luis Alberto Durán, y se esperaba el broche de oro con Los Nocheros y el Chaqueño Palavecino, para esta festividad que los salteños viven y sienten entrañablemente.