Lleva 20 años de asistir a los peregrinos. La casa de los Vidaurre y sectores linderos, desbordados por la Fe y la Devoción. A pesar del frío y la lluvia hubo mateada y guitarreada.
Un año más, la familia Vidaurre, acompañados por amigos y vecinos, brindaron asistencia a miles de peregrinos en su paso hacia la Catedral Basílica, en busca de renovar el pacto de fidelidad con El Señor y la Virgen del Milagro. Don Eusebio Vidaurre es un reconocido fabricante de instrumentos musicales, su vivienda, humilde pero llena de vida, se encuentra ubicada al ingreso de la localidad camposanteña de Cobos. Hace 20 años asistió a unos 8 integrantes de una familia que caminaban en peregrinación a Salta, al año siguiente repitió la experiencia, conmovido por esa demostración de Fe. Año a año los asistidos se fueron incrementando, “el año pasado fueron 2.000, para este año esperábamos unos 2.500 pero llegaron cerca de 3.500, por supuesto que solo no puedo, por eso hay mucha gente que me ayuda, les servimos un plato de guiso, agua frutas, café, pan amasado, es mucho trabajo, pero muy gratificante” expresó Don Eusebio. Muchos ya conocen esta última parada antes de llegar a Salta, vienen preparados con carpas y colaboran con algunos productos. Durante la noche se arma una guitarreada hasta que el sueño dice basta y se entregan a un reparador descanso, para continuar el peregrinaje en las primeras horas de la madrugada.
Los peregrinos güemenses desde la 19 de hoy viernes que comenzaron a desandar los 55 km hacia la capital salteña, se estima que unas 10.000 personas harán ese trayecto, recorriendo la ruta provincial Nº 11, pasando por El Gallinato, cruzando el Mojotoro hasta interceptar la ruta 34 a la altura del peaje Aunor.
