"Hice lo que tenía que hacer", dijo Diego Coronel, el colectivero que hizo el hallazgo.

El pasado lunes, Diego se subió al interno 10 de la empresa El Libertador e hizo el recorrido del 563. Tras la vuelta, aprovechó sus minutos de descanso para revisar el colectivo. En la última fila, algo le llamó la atención: en el piso había un papel blanco. Al agacharse comprobó que, en realidad, eran dos papeles. "Estaban doblados, no me di cuenta de que eran cheques hasta que los levanté y los abrí", contó. Uno de los cheques era por $173.000 y el otro por $175.000.
Ese mismo día, al llegar a su casa, contactó a la dueña de los cheques. "Es que en uno de los cheques estaba la dirección, entonces busqué el apellido y llamé a la mujer", explicó. "Yo hice lo que tenía que hacer, vivimos en un país en democracia, en el que cada uno puede pensar lo que quiera", afirmó.
La dueña de los cheques los pasó a buscar por la casa del joven y le dejó dos obsequios: facturas y una torta lemon pie. Diego compartió los regalos con sus compañeros laborales. "Hice lo correcto, tampoco esperaba una retribución", aseguró.