El equipo de Ragusa jugó, ganó y gozó de una victoria histórica sobre un xeneize desdibujado, 2 a 0. Vazzoler y Villarreal, los goles.
Qué verano, mamita! Esta seguramente será una de las temporadas estivales que quedarán marcadas a fuego en la memoria de los hinchas de Gimnasia y Tiro. El albo cerró una temporada estival sobresaliente (cuatro partidos jugados, idéntica cantidad de ganados), venciendo nada menos que a Boca Juniors por 2 a 0 por primera vez en su historia, con una actuación casi excelente y a tan solo tres días de que el club vuelva definitivamente a sus socios (el 7 de febrero será la asamblea).
¿Qué más le puede pedir el hincha? Que el anhelo de la permanencia en Argentino A se cumpla. No es poco.
Pero con este equipo tiene para ilusionarse. Gimnasia dio una lección -por varios pasajes- a un Boca muletto, cuyo DT, Bianchi, ninguneó el partido (ni siquiera quiso viajar a Salta), con algunos jugadores de consideración y la mayoría juveniles.
El albo mostró personalidad a los ojos del país y raspó en todos los sectores. A los 5 min, con un gran gesto técnico, Zárate (de gran partido) asistió a Vazzoler y el santafesino definió con clase: 1 a 0. Y a los 28', una enorme habilitación de Mauri para Villarreal terminó con un zurdazo soberbio y cruzado al ángulo de Trípodi: 2 a 0. La fiesta era completa. El albo pisaba fuerte ante un xeneize que decepcionó en Salta con sus pibes: dubitativo, nervioso, frágil en defensa y con desaciertos constantes.
El albo cerró un verano soñado, no sólo ganándole a sus clásicos rivales, sino también dejando de rodillas a un titán del fútbol grande, a días de su renacer institucional. Que le sirva para un duro semestre que se viene.
La fiesta fue solo millonaria
Los hinchas de Gimnasia y Tiro cumplieron con aquella promesa unánime con la que se habían hecho notar en la semana. Se hicieron sentir hasta el final y fueron la voz que terminó prevaleciendo entre tantas banderas e insignias azul y oro.
Como en un clásico por los puntos, los seguidores del equipo de la Vicente López coparon la cabecera norte (había más de 3 mil personas en la tribuna que les fue destinada para el partido) y, fundamentalmente, le dieron un “sentido de pertenencia” a un espectáculo que muy pocas veces lo tiene, menos cuando son Boca o River los que visitan la provincia y eclipsan todo lo que se les pongan alrededor por el gran magnetismo que atrapa a los aficionados futboleros de Salta.
Fue el albo el que le puso la música a un suceso que no pasa todos los días: ganarle a Boca y encima hacerlo bien, para que no queden dudas. Como para ilusionarse en grande para un objetivo muy contrastante: mantener la categoría en el Argentino A.
A los ojos de un país
Leandro Zárate, por su injerencia en el área, su sacrificio y su perfecta asistencia a Vazzoler en el primer gol, capturó la atención de los comentaristas nacionales y tuvo su vidriera en un encuentro televisado para todo el país. Otros que aprovecharon la oportunidad fueron Juan Mauri y Rubén Villarreal. Mambrú también se subió al podio de las figuras en la victoria ante Boca con su performance individual y con su golazo de zurda, el que liquidó el pleito en el Martearena. También se mostraron Gastón Suso, Ivo Chaves y Leandro Navarro.
Fuente : EL TRIBUNO DIGITAL