El último robo fue en las vacaciones de invierno. Se llevaron equipos de música, cafeteras eléctricas y un microondas, entre otros.
Ni las escuelas se salvan de los hechos de inseguridad que asolan desde hace unos años a General Gemes. En los últimos cinco años el colegio Facundo de Zuviría sufrió 20 robos y se convirtió, tristemente, en el establecimiento educativo con mayor cantidad de robos sufridos.
El último hecho delictivo ocurrió durante las vacaciones de invierno. Desconocidos ingresaron a la escuela y sustrajeron equipos de música, cafeteras eléctricas, un microondas del bufet y comestibles varios.
Ello generó una importante pérdida económica tanto para el colegio como para el concesionario del quiosco.
Los investigadores suponen que los delincuentes sabían la ubicación de las alarmas con las que cuenta el establecimiento, ya que éstas no se activaron.
"El colegio instaló un sistema de alarmas debido a la ola de robos que sufrió años anteriores. Las personas que ingresaron sabían perfectamente dónde estaban ubicadas dichas alarmas, ya que evitaron expresamente esos lugares", explicó la docente Ester Homes.
Los delincuentes levantaron parte del techo y rompieron puertas para poder cometer el ilícito. Los investigadores señalaron que, por las dimensiones de los agujeros realizados, se trataría de personas de contextura mediana.
Medidas insuficientes
El colegio, además de alarmas, tomó la precaución de colocar rejas en todas las puertas de los gabinetes y salas de profesores en los que se guardas los objetos de mayor valor, como computadoras, proyectores o televisores LED.
Muchas de las puertas sufrieron destrozos. "No solamente robaron, sino que rompieron cosas por el sólo hecho de hacer daño. También se llevaron ollas, pavas y cucharones, pero esos elementos fueron abandonados en el colegio cuando decidieron escapar", dijo Homes.
Desazón
La docente señaló que la comunidad educativa se encuentra muy desalentada, ya que una vez más deberán volver a reunir todo el dinero necesario para lograr reponer los elementos robados.
"Siempre es un volver a empezar. Estamos muy desanimados porque debemos volver a juntar el dinero para reponer lo robado y lo peor es que sabemos que los robos van a seguir ocurriendo. Nos sentimos muy desamparados", dijo.
Acotó que la única solución que avisoran para evitar que estos hechos se repitan es la de contratar un sereno. "Pero ello depende ya del Ministerio de Educación o del municipio local", finalizó Homes.
Cabe señalar que el colegio Zuviría se encuentra ubicado a la vera de la ruta nacional N§ 34, en una zona deshabitada y rodeada de cañaverales, lo que facilita el accionar de los delincuentes.
SERGIO TAPIA - El Tribuno de Salta
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