Las autoridades del campo santo hallaron en la mañana de ayer un cajón abierto y un nicho a medio abrir.
En la mañana de ayer, los pobladores de la localidad de Cerrillos amaneció conmocionados por la noticia sobre la profanación de tumbas en el cementerio local. El inédito caso de robo de cráneo causó horror en la comunidad al comienzo de la denominada "47 Semana de Cerrillos". Las autoridades del campo santo y los trabajadores ingresaron en su habitual horario de trabajo y dieron su ritual recorrido por el predio y se dieron con la novedad.
Fue el encargado municipal del cementerio, Normando Berruezo, quien dio la voz de alarma a la Policía de la Provincia frente al cuadro con que se encontró. "Yo entré a las 7.10 y encontré un ataúd abierto en el pasillo y otro nicho semidestruido a la par. Automáticamente dí aviso a la Policía, que vino inmediatamente para verificar lo que había pasado", le confirmó Berruezo a El Tribuno, presa aún del sombro.
Los investigadores pudieron establecer que los delincuentes se robaron un cráneo y dejaron semiabierta una tumba a unos pocos metros de distancia de una con otra.
En su accionar delictivo, los profanadores utilizaron las herramientas que pertenecen al cementerio y también se las llevaron.
La tumba profanada corresponde a Carmen Rosa Castelli y la que quedó destruida a Belisario Huerta. "Ahora nos estamos comunicando con los familiares para informar la situación y comenzar a ver el tema de la reconstrucción de los nichos", dijo el encargado.
La fiscalía penal de Cerrillos dispuso que del relevamiento se haga cargo personal de la División Criminalística de la Policía local. Los peritos estuvieron buena parte de la mañana recolectando huellas y resquicios que hayan dejado los delincuentes, quienes ingresaron al predio en horas de la noche para saquear las tumbas.
Hasta ayer nada se sabe de los saqueadores, ni los motivos que los llevaron a llevarse un cráneo. Los policías se abocaron a la búsqueda de testigos para reforzar las pesquisas y ubicar a los responsables.
Berruezo trabaja desde hace tres años como encargado del cementerio y más de 20 como empleado municipal.
"Yo, en todo mis años de trabajo para la Municipalidad, nunca escuché noticias sobre profanación de tumbas ni mucho menos de un robo de cráneos. Es un caso inédito en Cerrillos", concluyó.
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