Su hijo es el único acusado y está detenido. El cuerpo de la mujer fue hallado el sábado por la noche.
Una mujer, Trinidad López Pardo, de 64 años, fue masacrada a golpes en la localidad de General Güemes.
El hecho ocurrió el sábado por la noche en una vivienda, propiedad de la víctima, ubicada sobre la calle Gorriti, primera cuadra.
El cuerpo de la infortunada fue hallado en la casa por su hija Purificación (43).
Según fuentes investigativas, otro de los hijos de la damnificada, José María López Gervilla (46) había buscado a su hermana para expresarle preocupación, ya que su mamá "Trini", como era conocida, no atendía el llamado a la puerta. Si bien él vivía junto a ella, esa noche "no había salido con sus llaves", explicó.
Ambos hermanos arribaron al domicilio. Cuando Purificación abrió la puerta se dio con un espeluznante cuadro: su madre yacía sobre el piso rodeada de un gran charco de sangre.
Inmediatamente la mujer dio aviso a la Policía. Alrededor de la medianoche, la Brigada de Investigaciones, a cargo del comisario Diego Bustos tomó intervención en el caso, pero tuvieron que esperar el arribo del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) para obtener detalles de lo ocurrido.
El hijo de la víctima fue interrogado y durante su relato se contradijo en reiteradas ocasiones por lo que se convirtió en el principal sospechoso y minutos después quedó detenido.
José María López Gervilla aseguró haber dejado a su madre en su casa cerca de las 19 del sábado. Sin embargo, vecinos de la cuadra los vieron discutir en la vereda hasta cerca de las 22, cuando ambos volvieron a ingresar al domicilio. La mujer no volvió a salir, solo su hijo, llevando un pequeño bolso.
Para cometer el crimen, el asesino primero le aplicó un golpe a la víctima, posiblemente con su puño, a la altura de la ceja del ojo izquierdo. Ese golpe la derribó, al tratarse de una mujer de contextura pequeña y delgada. Una vez en el suelo la tomó de la cabeza y la estrelló varias veces contra el piso.
Problema de Ludopatía
Tanto madre como hijo eran adictos al juego, razón por la cual lo perdieron todo. Hace años solían tener una muy buena posición económica, eran dueños de fincas y viviendas en pleno centro de la ciudad, pero de un momento a otro se quedaron solo con la casa de la calle Gorriti a donde se fueron a vivir en el 2008, luego de vender una importante propiedad frente a la plaza principal, lugar de tradicionales confiterías.
Actualmente la víctima cobraba una pensión del marido ya fallecido y se dedicaba al lavado de frazadas, acolchados y colchas, mientras que su hijo era desocupado, vivía de ella, a pesar de tener hijos con quienes no convivía.
La relación entre ellos debido al juego no era la mejor.
Según los vecinos de la cuadra, ella sufría de constantes malos tratos. Esa noche la situación se repitió.
"Varios los escucharon discutir, pero lamentablemente era algo que se repetía con frecuencia La vecina de al lado se fue de su casa porque le dolía escucharla a ella quejarse y a él gritarle. Estamos seguros que fue él", expresaron.
"Trini" estaba tan afectada por el juego, que cuando no tenía dinero salía a pedir prestado, el monto no era mucho, pero lo que obtenía lo perdía en las máquinas electrónicas.
"Yo lo conocía muy bien a él. Estaba muy transformado. No hacía nada pero vivía en los casinos. Con la madre discutían por plata. Incluso cuando estaban apostando" comentó Carlos, un vecino.
“Su perdición es el juego”
Los vecinos de la familia aseguraron que el sospechoso no solía tomar bebidas alcohólicas, fumar, ni salir de noche.
Tampoco registraba antecedentes policiales, ni penales.
“Su perdición es el juego. Sufre ludopatía”, dijeron los residentes de la zona.
La ludopatía es un trastorno en el que la persona se ve obligada, por una urgencia psicológicamente incontrolable, a jugar de forma persistente y progresiva. De esta manera se va afectando de forma negativa su vida personal, familiar y su economía.
“Aparentemente el hombre agredió brutalmente a su madre. El móvil del crimen serían cuestiones relacionadas a dinero. Luego buscó a su hermana y le dijo que ella no atendía la puerta y que fueran a ver que sucedía. Él habría inventado esa versión, pero en su relato dijo cosas que no coinciden y luego se mostró nervioso”, sostuvieron fuentes policiales.
A pesar de todo lo que ocurría en el seno familiar, nunca nadie pensó que algo así podía ocurrir.
“Ella (por Trini) era muy buena. Tenía cuenta corriente en los almacenes y siempre pagaba”, sostuvo un comerciante del barrio.
El hecho ocurrió el sábado por la noche en una vivienda, propiedad de la víctima, ubicada sobre la calle Gorriti, primera cuadra.
El cuerpo de la infortunada fue hallado en la casa por su hija Purificación (43).
Según fuentes investigativas, otro de los hijos de la damnificada, José María López Gervilla (46) había buscado a su hermana para expresarle preocupación, ya que su mamá "Trini", como era conocida, no atendía el llamado a la puerta. Si bien él vivía junto a ella, esa noche "no había salido con sus llaves", explicó.
Ambos hermanos arribaron al domicilio. Cuando Purificación abrió la puerta se dio con un espeluznante cuadro: su madre yacía sobre el piso rodeada de un gran charco de sangre.
Inmediatamente la mujer dio aviso a la Policía. Alrededor de la medianoche, la Brigada de Investigaciones, a cargo del comisario Diego Bustos tomó intervención en el caso, pero tuvieron que esperar el arribo del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) para obtener detalles de lo ocurrido.
El hijo de la víctima fue interrogado y durante su relato se contradijo en reiteradas ocasiones por lo que se convirtió en el principal sospechoso y minutos después quedó detenido.
José María López Gervilla aseguró haber dejado a su madre en su casa cerca de las 19 del sábado. Sin embargo, vecinos de la cuadra los vieron discutir en la vereda hasta cerca de las 22, cuando ambos volvieron a ingresar al domicilio. La mujer no volvió a salir, solo su hijo, llevando un pequeño bolso.
Para cometer el crimen, el asesino primero le aplicó un golpe a la víctima, posiblemente con su puño, a la altura de la ceja del ojo izquierdo. Ese golpe la derribó, al tratarse de una mujer de contextura pequeña y delgada. Una vez en el suelo la tomó de la cabeza y la estrelló varias veces contra el piso.
Problema de Ludopatía
Tanto madre como hijo eran adictos al juego, razón por la cual lo perdieron todo. Hace años solían tener una muy buena posición económica, eran dueños de fincas y viviendas en pleno centro de la ciudad, pero de un momento a otro se quedaron solo con la casa de la calle Gorriti a donde se fueron a vivir en el 2008, luego de vender una importante propiedad frente a la plaza principal, lugar de tradicionales confiterías.
Actualmente la víctima cobraba una pensión del marido ya fallecido y se dedicaba al lavado de frazadas, acolchados y colchas, mientras que su hijo era desocupado, vivía de ella, a pesar de tener hijos con quienes no convivía.
La relación entre ellos debido al juego no era la mejor.
Según los vecinos de la cuadra, ella sufría de constantes malos tratos. Esa noche la situación se repitió.
"Varios los escucharon discutir, pero lamentablemente era algo que se repetía con frecuencia La vecina de al lado se fue de su casa porque le dolía escucharla a ella quejarse y a él gritarle. Estamos seguros que fue él", expresaron.
"Trini" estaba tan afectada por el juego, que cuando no tenía dinero salía a pedir prestado, el monto no era mucho, pero lo que obtenía lo perdía en las máquinas electrónicas.
"Yo lo conocía muy bien a él. Estaba muy transformado. No hacía nada pero vivía en los casinos. Con la madre discutían por plata. Incluso cuando estaban apostando" comentó Carlos, un vecino.
“Su perdición es el juego”
Los vecinos de la familia aseguraron que el sospechoso no solía tomar bebidas alcohólicas, fumar, ni salir de noche.
Tampoco registraba antecedentes policiales, ni penales.
“Su perdición es el juego. Sufre ludopatía”, dijeron los residentes de la zona.
La ludopatía es un trastorno en el que la persona se ve obligada, por una urgencia psicológicamente incontrolable, a jugar de forma persistente y progresiva. De esta manera se va afectando de forma negativa su vida personal, familiar y su economía.
“Aparentemente el hombre agredió brutalmente a su madre. El móvil del crimen serían cuestiones relacionadas a dinero. Luego buscó a su hermana y le dijo que ella no atendía la puerta y que fueran a ver que sucedía. Él habría inventado esa versión, pero en su relato dijo cosas que no coinciden y luego se mostró nervioso”, sostuvieron fuentes policiales.
A pesar de todo lo que ocurría en el seno familiar, nunca nadie pensó que algo así podía ocurrir.
“Ella (por Trini) era muy buena. Tenía cuenta corriente en los almacenes y siempre pagaba”, sostuvo un comerciante del barrio.
Fuente: El Tribuno de Salta.info
Info www.gralguemes.com.ar | El Portal de Guemes en interent.