El receso es aprovechado por los malvivientes para realizar sus fechorías.
Las alarmas y las rejas perimetrales ya no son suficientes para frenar los ataques.
Tapiados perimetrales, enrejados e instalación de alarmas son medidas que todas las escuelas y colegios de la ciudad de General Gemes adoptaron ante la creciente ola de robos y hechos de vandalismo sufridos en los últimos años.
Sin embargo, en más de una oportunidad estas medidas fueron vulneradas. Todos los directivos coincidieron en que la solución pasa por nombrar serenos para que cuiden las instalaciones, en especial los días feriados y en vacaciones.
La intranquilidad es el común denominador en las autoridades escolares, luego de que la escuela Santa Teresita despidiera el año con un robo que tuvo lugar en la madrugada del último día de clases, el 19 de diciembre.
Este hecho vandálico acentuó los temores sobre la inseguridad que impera en los establecimientos educativos durante las vacaciones.
En todos los casos, los directivos extremaron las medidas para minimizar las pérdidas en caso de sufrir robos.
En relación al robo en la escuela Santa Teresita, Hernán Martínez, actual ordenanza, relató: "Yo antes trabajaba como sereno y de noche podía ver cómo se juntaban grupos de jóvenes en la vereda de la escuela. No ingresaban porque sabían que siempre había alguien. Ahora ya no queda nadie y eso lo aprovechan para robar. También se suben a los techos para tomar o drogarse.
Desde principios del año pasado, numerosos directivos de la ciudad de Gemes llevan adelante gestiones para que la Provincia realice el nombramiento de serenos.
Hasta el momento no tuvieron ninguna respuesta. Es más, con motivo del cierre del ciclo lectivo, el ministro de Educación, Roberto Dib Ashur, visitó la escuela especial Julio Cintioni. Allí evitó referirse al tema. Solo señaló: "Estamos dialogando con el 911 para intensificar los patrullajes".
En el robo a la escuela Santa Teresita, los malvivientes ingresaron por los techos. Una vez en el interior evitaron las alarmas, lo que indica que se trataba de personas conocedoras del lugar. Tampoco tuvieron muchos problemas para dar con los objetos más valiosos: un proyector, una netbook y un pendrive.
Si bien solo se llevaron esos tres objetos, intentaron llevarse otros como pizarras, pero que fueron abandonados sobre el techo durante el escape.
"Compramos todas esas cosas con mucho sacrificio, esto no nos perjudica a nosotros sino a los niños, que se quedan sin elementos para poder aprender", expresó la directora María Graneros.
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Sin embargo, en más de una oportunidad estas medidas fueron vulneradas. Todos los directivos coincidieron en que la solución pasa por nombrar serenos para que cuiden las instalaciones, en especial los días feriados y en vacaciones.
La intranquilidad es el común denominador en las autoridades escolares, luego de que la escuela Santa Teresita despidiera el año con un robo que tuvo lugar en la madrugada del último día de clases, el 19 de diciembre.
Este hecho vandálico acentuó los temores sobre la inseguridad que impera en los establecimientos educativos durante las vacaciones.
En todos los casos, los directivos extremaron las medidas para minimizar las pérdidas en caso de sufrir robos.
En relación al robo en la escuela Santa Teresita, Hernán Martínez, actual ordenanza, relató: "Yo antes trabajaba como sereno y de noche podía ver cómo se juntaban grupos de jóvenes en la vereda de la escuela. No ingresaban porque sabían que siempre había alguien. Ahora ya no queda nadie y eso lo aprovechan para robar. También se suben a los techos para tomar o drogarse.
Desde principios del año pasado, numerosos directivos de la ciudad de Gemes llevan adelante gestiones para que la Provincia realice el nombramiento de serenos.
Hasta el momento no tuvieron ninguna respuesta. Es más, con motivo del cierre del ciclo lectivo, el ministro de Educación, Roberto Dib Ashur, visitó la escuela especial Julio Cintioni. Allí evitó referirse al tema. Solo señaló: "Estamos dialogando con el 911 para intensificar los patrullajes".
En el robo a la escuela Santa Teresita, los malvivientes ingresaron por los techos. Una vez en el interior evitaron las alarmas, lo que indica que se trataba de personas conocedoras del lugar. Tampoco tuvieron muchos problemas para dar con los objetos más valiosos: un proyector, una netbook y un pendrive.
Si bien solo se llevaron esos tres objetos, intentaron llevarse otros como pizarras, pero que fueron abandonados sobre el techo durante el escape.
"Compramos todas esas cosas con mucho sacrificio, esto no nos perjudica a nosotros sino a los niños, que se quedan sin elementos para poder aprender", expresó la directora María Graneros.