Vivir en Salta resulta muy difícil para quien sea pobre, tiene la piel oscura y kilos de más. Los sectores sociales más bajos sufren mayoritariamente la discriminación (sobretodo laboral) y se resignan. La televisión reproduce falsos estereotipos, encabezando la lista programas como “Showmatch”
“La composición racista en la provincia de Salta se construyó socialmente desde la colonia, con la estructuración de las clases sociales. A pesar de poseer la mayor diversidad cultural y étnica en la Argentina, las diferencias se normalizaron, tanto que los mismos sectores populares las reproducen”, explicó a Norte Social Nicolás Hirtz, titular del INADI (Instituto Nacional contra la discriminación, la Xenofobia y el Racismo) Salta.
La consulta obedeció a la publicación del "Mapa contra la Discriminación" (2014), realizado por el INADI, dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. La investigación se llevó a cabo en toda la Argentina, con la colaboración de las universidades nacionales. En el caso salteño trabajaron profesionales de la Universidad Nacional de Salta (UNSa.)
Los resultados transparentaron realidades conocidas pero calladas: racismo y desigualdad económica/social definen modos de ver al “otro”. En Salta se discriminamás que en el resto del país a quienes sufren la pobreza, tienen la piel más oscura, poseen sobrepeso y proceden de Bolivia o Perú.
Más allá de la postura “políticamente correcta”, el desprecio racista y socioeconómico tiene una expresión usada cuando nadie ve o escucha: “negro/a de mierda”.
Sentimiento salteño
En la encuesta, ante la pregunta acerca de la relevancia de la discriminación, un 47% le asignó “alta importancia”, 10 puntos por debajo de la media nacional. Por otra parte, 30% de las/os salteñas/os le atribuyó “mediana importancia”, totalizando así un 77% que consideró a la discriminación como un problema grave.
En cuanto a las razones, los/as salteños/as percibieron mayoritariamente que la discriminación responde a “falta de educación”. Este dato superó 6 puntos el promedio nacional. En segundo y tercer término consideraron que se trata de una “cuestión de poder” y una “violación de los Derechos Humanos”
De acuerdo a las personas consultadas, el 70% sufrió la discriminación, superando así en 5 puntos la media nacional. “Al desagregar la experiencia discriminatoria, se observa que un 32% dice haber simplemente presenciado discriminación, mientras que un 10% asegura haberla sufrido en primera persona. El 28% restante afirma tanto haberla sufrido como presenciado”, aseguró el informe del INADI.
Entre los tipos de desprecio, el primer lugar es para el “nivel socioeconómico”, que supera en 12 puntos la media nacional. Sigue el “color de piel”; y el “aspecto físico”
Un significativo y paradójico dato se refiere a los pueblos originarios. La discriminación la encabeza Chaco, con el 66%. Salta y Formosa le siguen con 63%. Por su parte, en Jujuy es del 49%.
Imágenes impuestas
El informe del INADI destacó la divulgación de la discriminación por parte de los medios de comunicación: “La imposición de modelos estéticos, que puede ser definida como discriminación constituida sobre la apariencia –fuertemente atravesada por otros tipos de discriminación-, aparece como un rasgo inherente a la vida social moderna que afecta a aquellas personas, principalmente mujeres, que no se ajustan a los parámetros ‘normales´. Así, la edad, el aspecto físico, la obesidad, la vestimenta, son todos condicionantes de una forma de segregación que, en su máxima expresión, puede derivar en graves trastornos psico-sociales…”
A partir de los datos obtenidos en la Argentina, el INADI destacó: “En el caso del medio televisivo, se puede observar en el gráfico que casi dos tercios de la población (71%) afirma que la televisión reproduce ‘mucho o bastante’ prácticas discriminatorias…”
Y describió: “En primer lugar, más de la mitad de este grupo de personas encuentra que es en los programas de ‘Tinelli’ (Showmatch/Soñando por bailar/Bailando por un sueño/Soñando por cantar/Cantando por un sueño) donde esta situación ocurre en mayor medida (52%)”
Fuente: Norte Social
