El Sistema Interinstitucional de Control de Cárceles realizó inspecciones sorpresa en las cárceles federales de Orán y General Güemes para controlar que se garanticen y se protejan los derechos humanos de los detenidos.
La comitiva estuvo formada por tres jueces, dos defensores oficiales, una médica psiquiatra, un médico clínico, la secretaria del Sistema de Control de Cárceles y el delegado de la Procuración Penitenciaria Nacional. Sin previo aviso llegaron a las unidades penitenciarias y las recorrieron a voluntad, sin ningún tipo de guía. El
objetivo fue verificar las condiciones de vida de internos.
El jueves recorrieron el Escuadrón 20 de Orán bajo custodia de la Gendarmería Nacional, donde la mayoría de los que están alojados son detenidos federales imputados por infracción a la ley de drogas.
Luego estuvieron en el Complejo Penitenciario Federal del Noroeste ubicado en Güemes, que tiene capacidad para alojar a 294 varones y 200 mujeres. El objetivo central fue revisar las condiciones en las que se hallan las mujeres en esa cárcel.
El programa elige sus puntos de visita según la información que le llega por parte de instituciones interesadas y por fuentes judiciales. Los monitoreos procuran controlar de manera inmediata las reales condiciones de alojamiento, mediante la observación directa de la estructura material de alojamiento y sanitaria, el relevamiento de aspectos como el trato y el régimen de vida, la alimentación, la atención médica y también las calificaciones y el debido proceso en el régimen sancionatorio administrativo; así como el acceso a los períodos de la progresividad., según explica el Centro de Información Judicial.
Además prevé el cumplimiento de disposiciones constitucionales como el respeto por el derecho a la vida y a la dignidad, y contribuir a disminuir la criminalidad y particularmente la reincidencia delictiva procurando su reinserción e inclusión social.
