Santa Maria Catamarca: Luego de los desmanes que provocaran en la localidad de Cobos Provincia de Salta, donde fueron desalojados por la policía salteña para evitar que los lincharan y les prendieran fuego a sus viviendas, ahora uno de los jóvenes salteños integrante de esta familia se enfrentó con la policía de Santa María Catamarca.
El comisario Jefe de zona del departamento Santa Maria, informó que el fin de semana fue arrestado un menor que integra esta banda por resistencia a la autoridad policial.
“Nosotros teníamos información de la policía de Salta, que esta familia había sido desalojada de la ciudad de Cobos en Salta, donde unas 300 personas hicieron una pueblada ya hartas de los hechos vandálicos de esta familia”, dijo el comisario Víctor Parra.
“Ya en nuestra ciudad, esta banda se radicó en el barrio Sacramento y el día domingo uno de estos tuvo un inconveniente con otros individuos de nuestra ciudad, cerca de la casa de las hermanas Agustinas y posteriormente en cercanías de la escuela 448 comenzó a arrojar piedras contra un vehículo que estaba estacionado, provocándole daños en la luneta y el parabrisas y al llegar el personal ofreció una feroz resistencia, enfrentado al personal policial a tal punto de tirar a un policía al suelo. Este menor fue reducido rápidamente por el resto del personal pero continúo con sus actitudes agresivas en el interior de la dependencia y hoy está a disposición de la justicia de menores” expresó el comisario Parra.
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Unos 300 vecinos se movilizaron en la localidad de Cobos y amenazaron con lincharlos y quemarles la casa.La gente dice estar harta de los desmanes de los hijos. La Policía no pudo frenar a la gente.
A punto de estallar de furia, una pueblada echó literalmente del pueblo a una familia conflictiva, ayer en la noche, en la localidad de Cobos. Fue el desenlace después de una semana violenta en el que dos hijos menores de edad de esa familia agredieran con saña a un hombre sordo, al que le robaron, golpearon y lastimaron.
Después de las 21, Alicia Chaile y su hija fueron sacadas en un móvil policial, custodiadas por Infantería. Las llevaban a un destino no revelado por su seguridad. Antes de su partida, la madre hizo un inventario de sus bienes con los efectivos que los sacaban uno a uno, y los subían en una camioneta para llevarlos con ellas.
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