Local: Cuando el parque de diversiones se instaló en la ciudad de Gral. Güemes dos meses atrás, nadie imaginaba que la estadía se extendería mucho más allá de lo previsto, menos aún que deberían enfrentar una situación de quiebre económico, que los llevaría al punto de solicitar ayuda gubernamental. Con esta primera parada en Güemes, el parque comenzó a desarrollar la primera de una serie de paradas programadas para todo el año, que los llevaría a recorrer las provincias del noroeste del país. Alternando con días de mucho calor y otros de intensas lluvias, el parque que cuenta con modernos juegos mecánicos, se transformó en un gran atractivo para las familias güemenses. Instalado en los terrenos conocidos como de la Doma, ubicados en la banda este, fue un punto de colores y música con un bullicio que le dio vida al sector, pero solo fueron 20 días, porque una tarde todo eso se apagó: la música, los colores y las risas. No solo se silenció el parque; también lo hizo la ciudad, iniciando así una etapa de grises que aún nos envuelve.
Más difícil para algunos
Quedarse en casa es la consigna, pero no todos lo pueden cumplir, por lo menos no a largo plazo. Hay que conseguir el sustento diario. Se levantaron quejas de varios sectores pidiendo una flexibilización a la cuarentena generada por el coronavirus. Algunos fueron escuchados, otros tenidos en cuenta para su evaluación a futuro, pero sin dudas que nadie pensó en las familias que viven en los parques y los circos que se encuentran varados en muchas ciudades del país. Sobre este parque de diversiones en particular, dialogamos con su encargado, Cristian Sifón.
“Aquí viven unas 15 familias que representan alrededor de 50 personas. Todas ellas tienen una función dentro del parque, contamos con grandes juegos mecánicos como la Montaña Rusa, El Martillo, el Tren Fantasma y muchos otros para los más chicos, eso requiere de bastante mano de obra. Desde que comenzó la cuarentena por el coronavirus, tuvimos que cerrar las puertas, eso nos quitó el único ingreso con el que podemos contar, pensamos que realmente iban a ser 15 días como se anunciaba en un primer momento, pero se va extendiendo y eso nos puso en una situación de crisis”, manifestó el encargado.
Las personas que trabajan y viven en el parque provienen de muchas provincias y regresan a ella cuando el parque las visita. “Somos muy unidos. Cada familia cocina su propia comida o puede compartir con otra, pero con esta pandemia nos vimos obligados a comer de ollas populares, es decir hacer una sola comida para todos”, contó. Para ello cada uno pone parte de los ingredientes, sin embargo, los víveres se están agotando al igual que los recursos económicos. “Ya no tenemos dinero y estamos con las alacenas vacías, lamentablemente no tenemos otra forma de ingreso” expresó.
Un pedido con mucho pesar
“Con mucho pesar pedimos a los gobernantes que nos tengan en cuenta y nos hagan llegar una ayuda. Somos una pyme y sabemos que muchas van a recibir ayuda. Esa misma ayuda nos corresponde, pero es como si no existiéramos y no hablo solo por los que estamos aquí, sino por los otros parques y circos de todo el país”. Mientras Cristian Sifón habla, otros miembros de las familias del parque escuchan como se exterioriza su realidad. “No estamos acostumbrados a pedir, por el contrario. Todo lo que ingresa de dinero al parque lo gastamos en la misma ciudad en la que nos encontramos, es decir que todo vuelve al pueblo. Solo pedimos que cuando se levante el aislamiento, nos tengan en cuenta y nos permitan de inmediato abrir nuestras puertas”, concluyó.