Los vecinos, advirtiendo la situación, ayudaron a sofocar el fuego.
Si bien las pérdidas materiales fueron importantes, las consecuencias de este hecho pegaron hondo en el ánimo de Moreira quien manifestó a El Tribuno que “hice fuego para ahorrar gas, pero miren el ahorro, casi pierdo lo poco que tengo. Esta es la triste vida de una persona pobre, siempre de perdedor, no quedan ganas de nada más”.
El hombre, vive junto a su hija Norma, mayor de edad.
Camas, colchones, una cocina, garrafas y otros muebles fueron devorados por el fuego. Tras el siniestro, el área de Acción Social de la Municipalidad de General Güemes le entregó camas y colchones. Ahora, los vecinos se movilizan para realizar una campaña solidaria, para que don Moreira recupere las esperanzas.