Los apresados tenían identidades falsas, formularios y recibos. La empresa se hace llamar “Auto para mi país”.La Policía está detrás de otros integrantes de esta banda que está operando en Tartagal, Metán y Salvador Mazza.
Con la promesa de entregar automóviles 0 km, la ficticia empresa “Autos para todos, autos para mi país”, que supuestamente contaba con el aval del Gobierno nacional, se instaló en Salta y estafó al menos a dos personas, hasta que tres de sus integrantes fueron detenidos en Joaquín V. González, el jueves pasado.
El llamativo hecho se inició en el transcurso de la semana pasada, cuando los cordobeses Alejandro Daniel Rojas Marianís, Lucas García y Santiago Leda -cuya real identidad es Marcos Santiago Cuñado- se hospedaron en el hotel Colonial, situado en calle General Gemes 534 de la mencionada localidad, para luego promocionar su gestoría que consistía en iniciar el trámite de financiación de automóviles nuevos a cambio de $1.990 por vehículo.
De inmediato, los negociantes fueron captando a sus víctimas, a quienes les prometían iniciar las gestiones para la posterior entrega de los rodados. Una vez que el damnificado caía en la trampa y accedía a abonar el dinero, los estafadores entregaban un formulario, un recibo, como así también un comprobante de la operación. Además, en cada hoja, se encontraba una página web (www.autosparamipais.com.ar) donde el beneficiado podía seguir los pasos de la negociación realizada.
Sin embargo, este sitio no se encuentra en funcionamiento y solamente figura una dirección de correo electrónico como opción de contacto.
En base a estas dudas, un primer damnificado y el dueño del hospedaje, quien también sospechaba de las actividades que realizaban estos sujetos, se presentaron en la seccional local y denunciaron el hecho, que luego fue investigado por el personal de la Brigada de Investigaciones 5, de Joaquín V. González.
De esta manera, un efectivo de civil se comunicó con los negociantes y se mostró interesado en adquirir un vehículo, aunque le planteó sus dudas con respecto a la veracidad de la empresa y los delincuentes cayeron en la trampa: le dieron un número telefónico y la constancia de CUIL del gerente de la compañía, domiciliado en Córdoba e identificado como Gustavo Rofre -quien en realidad es José Norberto Liguori-.
A partir de ese momento, los investigadores iniciaron llamadas a números de teléfonos celulares aportados por los supuestos gestores, y se comunicaron con el hombre que se hacia pasar por Rofre, quien les indicó los pasos a seguir para la compra de los automóviles ofrecidos, aunque los datos aportados eran inexistentes.
Por ese motivo, bajo la orden del juez de Instrucción Formal 1, Mario Dilascio, quien se encuentra a cargo del caso, se procedió a la detención de los estafadores que se encontraban alojados en el hotel Colonial y se les secuestró la suma de $2.714, formularios, recibos a nombre de la empresa y folleterías de diversas concesionarias.
Luego, Rojas Marianís, García y Cuñado, quedaron apresados en Metán por supuesta asociación ilícita y estafa.
