Fue en Quito donde, en junio de 1996, Daniel Passarella inmortalizó la frase "la pelota no dobla" y será en Quito, hoy, desde las 18 (de Argentina, por Canal 7 y Fox), donde la Selección de Sabella puede asegurarse la clasificación al Mundial 2014. Claro que para que esta noticia pueda festejarse deberá ganar y esperar que Venezuela y Uruguay empaten y que Perú no gane en su visita a Colombia.
La parte que le toca a Argentina no será sencilla. Por un lado, están los 2.850 metros de altura, que la Selección sentirá cuando hoy llegue a Quito. Y no es un mito. Si la pelota no dobla o dobla más tarde o dobla para atrás es un juego dialéctico que conlleva una verdad: en Quito, la pelota y la altura se burlan de los arqueros.
Lo acreditan los goles desde lejos y los centros que flotan hasta aterrizar en circunstancias extrañas. Además falta oxígeno. Sabella lo sabe. Todos los saben. Por eso la Selección desempolvará el plan La Paz, es decir: 5 defensores, intento de posesión de pelota, ahorro extremo de energía, equipo corto. ¿Con Messi? En el cuerpo técnico dicen que lo esperarán hasta último momento, pero si bien la idea prudente es sentarlo en el banco, dependerá de las ganas que tenga el "10" de jugar. Que contrastan con la realidad que Leo comprobó ante Colombia: le falta ritmo para ser el mejor Messi.
Enfrente estará Ecuador, que hasta aquí es el mejor local de la Eliminatoria sudamericana. Jugó 6 partidos en Quito y los ganó. Sólo Chile y Paraguay le convirtieron un gol cada uno. Especialistas locales aseguran que esta Selección de Ecuador es la mejor de su historia (10ª en el ranking FIFA), pero explican que no pasa su momento más reluciente. Viene de dos derrotas: el amistoso ante Alemania en Miami y el choque por los puntos contra Perú en Lima. Le faltará una figura: Christian Benítez, delantero del América de México, suspendido. Y Felipe Caicedo, otro referente, llega lesionado y en duda, aunque creen que igual será titular. Las reservas sobre el equipo amarillo se sostienen también en su escasa seguridad defensiva.
A Argentina no le fue bien en Quito. De los cuatro últimos partidos por Eliminatorias, perdió tres. Aquel con Passarella (1996), con Pekerman (2004) y con Maradona (2009). En los tres, el resultado fue 0-2 y los goles, en el segundo tiempo. La excepción: con Bielsa, 2-0 (Verón y Crespo) en 2001.
Quito no ha sido amable con la Selección y nada sugiere que lo vaya a ser esta vez. Por eso, el equipo de Sabella no ha preparado las copas de champagne. Sabe que primero tiene un partido que hay que trabajar desde lo táctico y donde el gasto de energías debe ser calculado. Pero sabe también que todo lo que se lleve de Quito hará que Brasil quede muy cerca.
