Depositan las bolsas en la vereda del colegio Mariano Moreno y también en el patio. Los alumnos buscan concientizar a los vecinos.
Alumnos del colegio Mariano Moreno de la ciudad de General Güemes, realizaron un proyecto que busca modificar el inadecuado tratamiento que algunos vecinos aplican a la basura que se genera en sus domicilios.
El hábito de no respetar el horario de paso del camión recolector se termina transformando en un perjuicio para la escuela ya que los vecinos usan sus veredas como depósito para toda esa basura en espera de que el camión recolector la levante. Pero antes de que eso ocurra, los perros de la calle se encargan de esparcirla por todo el sector, “pero hay algo todavía más grave ya que no solo las dejan en nuestra vereda, sino que algunos se toman el trabajo de arrojarlas por sobre el tapiado perimetral hacia el interior del colegio.
Pensamos la forma de tratar de cambiar esto y elaboramos un pequeño proyecto que esperamos ponerlo en marcha pronto” expresaron los alumnos.
El proyecto
La idea central del proyecto consiste en adquirir todos los conocimientos posibles sobre Medio Ambiente, luego visitar cada una de las viviendas del barrio El Obrero, lugar donde está emplazado el colegio, para dialogar con los vecinos, hablar sobre el tema y en especial sobre el tratamiento de la basura por ellos generada. “Vamos a hacer entrega de bolsas de dos colores, verde para los desechos orgánicos y negra para los inorgánicos, veremos que sean depositadas en lugares adecuados para que no sean alcanzadas por los perros y que sea sacada a tiempo para su recolección”. Se busca con esto que no vean al colegio como si fuera un pequeño basural, que de a poco aprendan a clasificar la basura, que la depositen en sus propios cestos y que colaboren con la protección del medio ambiente.
Desde el municipio hicieron entrega de 1.000 bolsas de ambos colores para que sean entregadas a los vecinos del barrio, “esto es solo para una pequeña porción de la ciudad, pero si todo sale bien están pensando en ampliarla, creo que ya es hora de que cambiemos nuestros hábitos” expresó la docente Sandra Justiniano.
Las consecuencias de este proyecto son inmediatas, se deberá capacitar al personal de recolección para que separen las bolsas y sean arrojadas en lugares diferenciales del basural municipal, también ésta clasificación beneficiará a las familias que viven de lo que puedan encontrar en un basural, ya que sabrán en qué bolsas buscar sin tener que romperlas a todas
