El auge de los celulares, computadoras y tablets, entre otros artefactos, vino acompañado de varias enfermedades.
Indiscutiblemente, los aparatos inteligentes (smartphone, tablet, celular, Ipod) son herramientas útiles de estudio y de trabajo, sin embargo, la dependencia tecnológica está causando alteraciones en los comportamientos sociales e individuales del ser humano, y específicamente en la salud. Los expertos en esta área han clasificado una serie de enfermedades asociadas con las nuevas tecnologías a partir de su uso excesivo.
Por ejemplo, se llama nomofobia al miedo y angustia que padece una persona al olvidar su teléfono celular. De acuerdo con un estudio realizado el año pasado por el grupo de telecomunicaciones y medios en Canadá, algunos de los resultados arrojaron que más de una persona de cada dos duerme con su celular y un 65% afirma sentirse desnudo sin el aparato con conexión a Internet. Aquellas personas que padecen esta fobia se sienten aisladas o desconectadas, y se desesperan al no saber lo que pasa con sus contactos, al no poder chatear o leer sus mensajes.
Las lesiones por movimientos repetitivos (RSI) son otra patología. El uso contante de computadoras, tablets, smartphones y celulares ha provocado una serie de afecciones en las extremidades superiores del cuerpo, como el síndrome de túnel carpiano, la tendinitis, epicondilitis, bursitis y dedo del tenosynovitis. Los síntomas comunes se asocian a dolor, fatiga, debilidad, entumecimiento o pérdida de sensibilidad, torpeza, dificultad en los movimientos, manos frías, temblores, etc.
Otro efecto de la dependencia tecnológica es la tensión ocular. Esto se produce por permanecer más de ocho horas frente a una computadora o pantalla que, además de cansar la vista, genera una deshidratación en la misma.
Otra de las lesiones derivadas del uso inapropiado de la computadora son ojos rojos, dolores de cabeza, ojos secos, cansancio visual, fotofobia, visión doble y borrosa. Por eso, las recomendaciones para evitar estos trastornos es que se realicen descansos de la vista cada 15 minutos.
Por último, se detectó la existencia del síndrome de la vibración fantasma. Padecen este “mal” aquellas personas que sienten una leve vibración de su celular o por el contrario que está sonando, cuando en realidad ni suena ni vibra. Este malestar se asocia al excesivo uso y dependencia del aparato, así como a estar en constante atención a las notificaciones de correos, mensajes y actualizaciones que le llegan al celular. A este síndrome se lo considera uno de los padecimientos más difundidos del siglo XXI, ya que la mayoría de las personas alguna vez lo han vivido.