El fuego ya causó considerables pérdidas económicas a los agricultores del Valle de Siancas.
Por lo menos cinco incendios de considerables proporciones pusieron en alerta a los propietarios de cultivos de caña de azúcar y a los residentes de las áreas rurales circundantes.
El frío, la sequedad del medio ambiente y los fuertes vientos que azotan el Valle de Siancas, en esta época del año, han transformado a la vegetación en un potencial combustible que puede desencadenar, en cualquier momento, un siniestro ante el mínimo contacto con una fuente de calor.
Los índices de riesgo se acrecientan durante los meses de agosto y septiembre, por lo tanto es indispensable la toma de conciencia sobre los daños que provoca el fuego descontrolado.
Uno de los primeros cultivos afectados fueron los de la finca de Mirta Moyano de Martínez, ubicada en el paraje El Prado del municipio de El Bordo. Quince hectáreas con caña de azúcar fueron alcanzadas por un incendio de considerable dimensiones que obligó a la evacuación de las familias residentes en la zona.
En este caso particular, el peligro se hizo más notorio y preocupante debido a la existencia de una red de gas que existe en el lugar y que la cercanía de las llamas hacía presagiar consecuencias impredecibles.
“El fuego afectó el 50% de la plantación de caña de azúcar, debido a que no estaban lo suficiente maduras como para soportar el fuego. Creo que todo se perdió”, expresó angustiada Mirta Moyano.
Igual suerte corrieron 20 hectáreas de una finca vecina perteneciente a una familia de agricultores de apellido Rodríguez.
En el ingenio
También el ingenio San Isidro sofocó tres incendios en distintos áreas agrícolas que la empresa tiene en el departamento General Güemes. En todos los casos estuvo en riesgo la población que reside en cercanías de un amplio sector cercano a los barrios SOEM, La Tablada y 1º de Mayo.
Otro incendio de la misma magnitud y de similares características se registró en un bosque de eucaliptus ubicado sobre ruta provincial Nº 10, donde también hay montes nativos y algunas tierras de cultivo.
La mayoría de los vecinos damnificados sostienen que los incendios son intencionales, no creen en descuidos ni en accidentes.
Durante la mañana del miércoles, varias gomas de autos apiladas en el fondo de la vivienda de la familia González sobre calle Teniente Ibáñez, se prendieron fuego sin que nadie pueda explicar qué lo inició. El humo y las intensas llamaradas hicieron temer por la seguridad de las casas vecinas, policías, bomberos y vecinos lucharon por una hora para lograr controlarlo. Frente a estas amenazas se solicita a la población tener mucho cuidado con la manipulación del fuego y denunciar todo acto vandálico relacionado de los incendios intencionales.
