Alejandro Quintana, de 34 años, procedente de Metán, cumplió con su promesa al Señor y la Virgen del Milagro, y por 5 años consecutivos llevó sobre sus hombros una pesada cruz. Los maderos rondan los 40 kilos aproximadamente y alcanzan una altura de 4 metros.
Durante su última peregrinación con motivo de la festividad religiosa, Quintana la llevó a cuestas desde su ciudad natal y quiso que la cruz de madera quedara al resguardo en la vivienda que la familia Vidaurre tiene muy cerca del Fuerte de Cobos. En este lugar, los peregrinos realizan el último descanso antes de emprender la recta final hacia la Catedral salteña.
Desde hace 20 años, don Eusebio Vidaurre brinda asistencia a los peregrinos que caminan por la ruta nacional Nº 9. Con sus pies cansados y lastimados encuentran en Cobos un lugar para el descanso, donde no solo son atendidas sus llagas, sino también reciben alimentos y una gran dosis de fe para enfrentar los últimos 40 km antes de llegar a la morada de los santos patronos de Salta.
Es para muchos la “Ultima Posada”, como la denominan, y este año albergó a más de 3.000 peregrinos.
“Yo comencé a hacer esto primero solo, porque me conmovía tanta fe; luego, cuando los peregrinos fueron aumentando, tuve que sumar a vecinos y amigos, ahora también el municipio me ayuda. Creo que la casa está quedando chica, pero vamos a continuar nuestra labor mientras lo podamos hacer”, expresó Eusebio Vidaurre, un reconocido artesano que fabrica instrumentos musicales criollos como bombos, guitarras, requintos, violines y charangos.
Un descanso
La casa de los Vidaurre se encuentra ubicada al ingreso de Cobos, es humilde, con un gran terreno lleno de árboles, donde cientos de carpas se levantan durante los días de la fiesta del Milagro. Una tradicional guitarreada cierra la noche antes del reparador sueño.
Cumpliendo con el pedido de Alejandro Quintana, la cruz fue colocada en el terreno de la vivienda para que cada fiesta del Milagro los peregrinos puedan elevar una oración, pidiendo por un sano ingreso a Salta.
En un sencillo acto se descubrió una placa a los pies de la cruz, donde está la letra de una zamba escrita por el poeta Ricardo Nallar e interpretada por la cantante Isamara:
“Esa es la Cruz del Señor
peregrino del Milagro,
campanadas de fuertes sones
irán por ti repicando”;
dice en su primera estrofa la composición.