Según se informó, el padre de la nena estacionó su camioneta frente a la municipalidad, en la plaza 12 de Octubre de Pilar. La nena se despertó, se encontró sola en el interior del vehículo, con el cinturón de seguridad colocado y comenzó a llorar en forma desesperada, llamando la atención de los transeúntes.
Poco después, de acuerdo a lo indicado por El Diario Regional de Pilar, al lugar arribó la policía que efectivamente halló a la chiquita abandonada, debiendo romper una de las ventanillas de la camioneta para rescatarla.
Recién cerca del mediodía su padre regresó aduciendo que se había ausentado para realizar unos trámites.
El insólito hecho comenzó cerca de las 10 de la mañana en el interior de una camioneta Ford Ranger de color blanca patente EKZ 958 que se encontraba estacionada en la plaza 12 de Octubre, sobre la calle Rivadavia, frente al palacio municipal local y a metros de la calle Lorenzo López.
Varias personas se sorprendieron al escuchar el desesperado llanto de una criatura que provenía del interior del habitáculo del vehículo.
Poco después comprobaron que se trataba de una nena que estaba sentada en el asiento del acompañante, con el cinturón de seguridad colocado y llorando desconsoladamente con el sol de frente en su rostro y sin líquidos.
Ante esta situación, se dio aviso inmediato a la policía. Poco después arribaron al lugar efectivos pertenecientes a la Comisaría 1ª, de Prevención Ciudadana, del SAP y los bicipolicías, los cuales debieron esperar por más de una hora el regreso del padre, y en todo momento tratando de tranquilizar a la nena.
Finalmente los uniformados decidieron violentar la puerta y ventana del acompañante y rescatar a la pequeña.
Cerca del mediodía llegaba tranquilamente al lugar, el que argumentó ser el padre de la criatura, el cual se sorprendió al ver semejante despliegue policial y la presencia de muchas personas alrededor de su vehículo.
Una vez que vio a su hijita sentada en el cordón de la vereda, asistida y entretenida por mujeres policías, solo atinó a decir que había tardado porque había ido "a pagar unas facturas de telefonía".
El padre, de 45 años, fue conducido -en compañía de su hijita- hasta la Comisaría 1ª de Pilar. (Especial
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