Policías de la Provincia conjuntamente con profesionales de la salud investigan por esta horas dos abusos sexuales graves, concretados contra niñas de distintas etnias aborígenes.
Fuentes de la localidad de Pichanal indican que fueron dos casos que tomaron estado público el lunes apenas comenzaron las clases en las escuelas.
Las desagradables novedades fueron puestas en conocimiento de las autoridades policiales a través de una maestra, en un caso, y el segundo, en otro establecimiento educacional, por el aporte de vecinos de la niña supuestamente ultrajada.
Según se supo, el comisario Rodrigo Arana dijo por medios radiales que los dos casos se están investigando y aseguró además que se trata de dos niñas de entre 8 y 9 años.
"En uno de los casos, aseguró, la Justicia ya dictó la exclusión del hogar del propio padre de la supuesta víctima, y en el segundo caso la mira está puesta en los tíos de la niña", dijo Arana.
Una fuente de la zona dijo que a pesar de los tiempos que transcurren y de las campañas de todo tipo sobre los derechos de la mujer y de los niños en Pichanal y todo el norte de Salta, los abusos continúan en contra de las mujeres, sobre todo en las comunidades wichis.
Sin detenidos
Sobre los hechos puestos en estado público por los directores de una escuela pública de jornada simple y otra de jornada completa trascendió que se encuentran en etapa de investigación y aún no hay detenidos.
"Están confirmados, pero no sabemos si realmente son dos o más casos en estas escuelas y otras de la zona, donde estudia y se educa la población más vulnerable", dijo al fuente consultada ayer.
Una historia cruel
Una fuente de seguridad de Pichanal relató ayer que la directora de una escuela pública denunció en la comisaría de esa localidad el abuso sufrido por una niña, cuyo estremecedor relato se lo confió primero a una de sus maestras, que el pasado lunes la encontró dolorida en el ingreso a las aulas.
Se supo que la educadora le preguntó a su alumna por qué se hallaba dolorida y no podía desplazarse con naturalidad, a la que la niña le respondió que le dolía ahí "abajo".
La maestra inmediatamente le comunicó lo que le dijo la niña a la directora del establecimiento escolar, y fueron en busca del acusado, que negó al parecer los hechos.
De allí comenzaron las diligencias judiciales para que la niña wichi fuera atendida por un médico ginecólogo, cosa que trascendió costó bastante.
Se supo que fueron muchos minutos los que tardó la niña en desahogarse y confesar su tragedia.
El supuesto abuso sexual de esta niña al parecer se produjo durante la noche del domingo.
La docente contuvo a la menor y dio intervención a la directora del establecimiento.
Trascendió que tanto la docente como la directora pretendieron hablar con el padre acusado, pero este no las atendió.
Minutos después llamaron a la policía y realizaron la correspondiente denuncia en la Comisaría 21. En este caso la fiscal actuante ordenó la exclusión del sujeto del hogar y su identificación. En el otro caso, en una escuela de jornada completa, se investiga aún sin resultados.
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